Todo comenzó en medio de un momento de incertidumbre. Soy Ana, y desde siempre he sentido una conexión especial con la moda. Durante la pandemia, encontré en ella un refugio y decidí crear una pequeña marca como hobby, algo que hacía en mi tiempo libre mientras seguía con mi trabajo corporativo. Nunca imaginé que esa semilla crecería tanto.
Un día, Pablo, un amigo con quien había compartido ideas desde 2012 y apasionado por los negocios, me contactó. Él tenía experiencia en el rubro textil y vio en mi proyecto algo especial. En una de nuestras conversaciones, surgió una pregunta que cambiaría todo:
"¿Por qué no crear una marca para la mujer exitosa del Perú?"
Esa idea resonó muy bien con ambos. Decidimos unir fuerzas y embarcarnos en esta aventura con un propósito claro: diseñar ropa que entendiera realmente las necesidades de las mujeres trabajadoras, que las hiciera sentirse cómodas, elegantes y sobre todo exitosas.